Elincia Vs Canon [Partida]

Era una tarde lluviosa, todas las personas reunidas en el gigantesco ayuntamiento de Magius (Elincia), tanto elincios como canonienses, con el fin de poder administrarse económicamente sin tener que hacer grandes sacrificios.

Toda la gente estaba reunida formando un círculo, y en el centro Elincia y Canon, con el barullo no se podía escuchar nada de lo que se decían éstos "dioses". Finalmente, Canon agachó la cabeza, signo de que los mundos entrarían en guerra. Instantaneamente, todas las puertas para ir a Canon se cerraron, los elincios tenían ventaja.

El público empezó a huir, no estaba acostumbrado a la guerra, se encerraron en sus casas e incluso algunos resguardaron a los de la otra raza en su hogar, pero estos fueron la minoría. Los planetas llevaban sin llevarse bien algún tiempo y tan sólo algunos habitantes seguian viendo a los del otro planeta como amigos. La inmensa mayoría culpaba a los otros de los males que se sucedían en eses últimos años.

Los soldados elincios, vigilando las calles con grandes armaduras, no daban crédito a lo que había pasado, su planeta era pacífico, pero como buenos sirvientes no tenñian más remedio que hacer caso a su ama. Aún así, muchas calles y callejones no estaban protegidos.

FdR: Vosotros ahora continuad la historia... yo ya iré leyéndoos (no tengo más remedio).

FdR- Te he modificado algo. Si te molesta me lo dices, pero era para aclarar algo confuso. Disculpa las molestias. Si he escrito algo incorrecto; es decir, que es opuesto a la historia que habías pensado, lo corregiré.

Leah

Elincia y Canon en guerra ... Suspiré. Esto no me importaba demasiado, pero nunca era bueno el caos cuando uno estaba inmerso en él.

Yo estaba observando la escena sentada en lo alto de un muro moviendo las piernas con actitud ociosa. El pánico cundió al instante. Personas que corrían hacia todos lados, chocando unas contra otras ... Empujándose ... Sonreí. Las masas eran estúpidas. Por eso me gustaba estar sola; hacer lo que yo deseara.

Estiré los brazos hacia arriba, como si me desperezase, y dirigí una mirada más a las personas que huían de algo que no podían ver.

- Parece que las cosas se complican ... -murmuré para mí, de buen humor.

Cuando todos estuvieron encerrados en sus respectivas casas me bajé de un salto. El muro apenas medía dos metros y medio, por lo que la caída no me representó problema alguno. Ajusté el arco y el carcaj a mi espalda y busqué con la mirada a alguien que no hubiese escapado del lugar.

FdR- Hemanito... Como moderadora pregunto ... "... incluso algunos resguardaron a los de su otra raza en su hogar, según sus pensamientos, no por estar en guerra tienen que dejar de llevarse mal." ¿Esa frase significa que se odiaban o que no se odiaban?

Mizuko

La lluvia aminó, pero todo era diferente, no había nadie en la calle, todo estaba desierto a primera vista, era un ambiente triste.

- ¿Por qué? - Interrogué a la nada. - Muchas familias moriran.

Me sente en un muro de dos metros y medio más o menos y contemple sola la ciudad.


FdR:

FdR- Hemanito... Como moderadora pregunto ... "... incluso algunos resguardaron a los de su otra raza en su hogar, según sus pensamientos, no por estar en guerra tienen que dejar de llevarse mal." ¿Esa frase significa que se odiaban o que no se odiaban?

No, significa que se llevaban mal, pero los elincios no desean la muerte.

Leah

Una chica de aspecto aniñado se había sentado del lugar del que yo acababa de bajar. Le miré las orejas: Era elincia. Me acerqué de nuevo al muro y la miré desde abajo. Parecía bastante preocupada por la situación que se acababa de desencadenar. Miraba la ciudad como si la ausencia de personas, que a mí me agradaba, le pareciese triste.

- Buenas -saludé sonriente-. ¿Qué hace aquí sola una chica tan triste?

Me apoyé contra el muro sin mirarla, esperando alguna clase de respuesta, mientras jugueteaba con una flecha de plumas rojas.

Lenz

Sonreí de medio lado para que el cigarrillo no se cayese de mi boca.

- ¿Has oído Zabcan? - Dije a la pequeña cascabel que reptaba por mi pecho bastante visible ya que la camisa tenía un par de botones desabrochados.

- Parece que no era este el mejor momento de venir a Elincia...Este Dios nuestro que estúpido es jeje...- Estaba tumbado en una enorme rama en lo alto de una secuoya. Eso me hacía ver todo el panorama y a la gente corriendo como hormiguitas refugiándose en sus casas.

- Humm... Habrá que bajar a evitar que masacren a nuestra raza, ¿no? - Zabcan siseó y me lamió el mentón con su lengua bífida. Me incorporé un poco y bajé del árbol del mismo modo que había subido.


FdR: Normalmente cuando dos paises se ponen en guerra acuerdan el día para prepararse cada uno en su respectivo país(en este caso mundo)...XD

Nike

La guerra había comenzado. Enseguida todos corrían desordenadamente. Di unos pasos atrás, esperando a que se calmaran. Nadie prestaba atención a nadie.

Cuando las calles estuvieron desiertas y Canon y Elincia se hubieron marchado observé mi alrededor; buscando a las personas que todavía quedaran en la calle. Los estúpidos, los temerarios o los que pasaban de estos temas. Había varias personas. Las observé una a una sin hablar.

FdR- Estoy de acuerdo ... Los de Canon estamos algo atrapados ^^U

Mizuko

Una chica de aspecto dulce estaba bajo el muro en el cual yo estaba sentada, desde mi perspectiva no se le veían las orejas, cogí mi bolso en el cual llevaba mis chakrams, pero no los llegué a sacar.

Me saludó y yo le respondí:
- Buenos días... ¿qué quieres? ¿Eres elincia?

Leah

La chica me saludó con algo de temor, por lo que ensanché mi sonrisa. Me retiré el cabello de la orejas, mostrándoselas.

- Sí. Soy elincia.

Guardé la flecha en el carcaj y la miré curiosa.

- No quiero nada. Sólo saludar ... -cavilé unos segundos; viendo como metía una mano en el bolso-. ¿Si no fuera elincia me hubieras atacado?

Mizuko

- Probablemente ...

Guardó su flecha y me sentí más tranquila. Al menos ya no tenía un arma en la mano y, por su aspecto, no parecía peligrosa. Me bajé del muro y me puse frente a ella.

- He de irme - le dije-. Hasta otra, tal vez ....

Me alejé de la chica caminando tranquilamente.

FdR- Soy Sheegariel. Hermanito. SI quieres editarlo más tarde lo comprendo o.o No sé como actúa ella ^^U

Leah

Me despedí de la chica con una sonrisa mientras se alejaba sin girarse. Cuando su sombra se perdió me volví algo más seria hacia las otras personas que había por la zona. No me había costado notar su presencia, pero no quería poner nerviosa a la chica.

Dos hombres. Uno de ellos en pie, tranquilamente. El otro había bajado de un árbol y tenía una serpiente enroscada con docilidad.

- Buenas tardes- saludé con tranquilidad. Ambos eran de Canon, pero sonreí de todas formas-. ¿Cómo os encontrais?

Nike

Una joven elincia me saludó con tanta tranquilidad que me pareció extraño. Llevaba un arco a la espalda, pero parecía no tener interés en usarlo.

- ¿No me temes? -pregunté, ignorando sus palabras y sin mirar al otro presente. Una joven rodeada de dos enemigos. No era una situación para sonreír así.

Leah

Me encogí de hombros.

- Realmente no ... - miré al cielo de la tarde con distracción. Ya no llovía, pero el atardecer comenzaba a llegar a su fin. Pronto anochecería-. Hum ... Se hace tarde. Debería irme, si no es molestia. He de hacer un trabajillo.

Reí sin ganas y me alejé de los desconocidos saludando con la mano derecha. La guerra no iba a cambiar mi forma de actuar. Me negaba.

Caminé unos pasos, las calles estaban realmente desiertas, todo era muy cómodo. A unos metros vi una panda de chavales, dos elincias y un canoniense, debía unirme a la fiesta aunque una de ellas ya se iba.

- Buenas, menuda jugarreta la vuestra, ¿eh? Quereis ganar cueste lo que cueste...-me dirigí a la elincia que quedaba sonriendo y dando una calada al cigarrillo mientras notaba a Tzabcan reptar bajo mi ropa.

Leah

El comentario me hizo detenerme. Me giré hacia el canoniense y alze una ceja, adquiriendo de pronto una actitud altiva. Mi voz no sonó agradable y cantarina, como segundos atrás, sino seria y más adulta.

- Yo no quiero ganar a toda costa ... -siseé-. Realmente no me importa lo que hagan en la guerra. Los que quieran morir que luchen. Yo simplemente me mantendré al margen. Canoniense o elincio. ¿Qué importa? -fruncí el ceño-. Todos pueden ser iguales ...

Me volví de nuevo y me marché del lugar. Elincios y canonienses ... Canonienses y Elincios ... ¿Por qué luchaban buscando diferencias entre ellos? Eran todos iguales ... La misma basura ... No se podía confiar en las personas.

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Vagué por las calles hasta llegar a una casa bastante normal. Miré el papel que llevaba la mano y comprobé la dirección.

- Aquí es ... -susurré para mí.

Llamé y me abrió un hombre de unos 30 años, más o menos. Me sonrió al reconocerme.

"¿Cuál es tu nombre, pequeña?"

Dibujé una sonrisa en mis labios y dejé que mi voz saliera, dulce e infantil

- ¡Nana! ¡Soy Nana! -mentí. Mi nombre era lo único mío que me quedaba, y no iba a entregárselo a cualquiera.

" ¿Qué puedes ofrecerme, pequeña?"

Se apartó de la puerta y me dejó entrar. No dejaba de sonreír y me daba cierto asco.

- Te daré lo que quieras-canturreé. Después lo miré fría-. Si puedes pagarlo ...

Entré en la casa y la puerta se cerró; dejando la calle vacía y solitaria.


FdR- O___O Ni yo me creo lo que he escrito! O____O

FdR: que porno quedó eso...XDDD

Miré como se iba aun sonriendo y me encogí de hombros, notaba a Tzabcan deslizarse ahora por mi vientre invisible para los presentes.

- En fin - Di una calada al cigarro y solté el humo hacia el cielo. - Yo me las piro a ver como se puede divertir uno por una ciudad aparentemente fantasma...- Continué por donde se había marchado la elinzia e hice un gesto de adios poniendo dos dedos en la sien derecha cuando ya estaba de espaldas. Ya a unos pocos metro me puse serio.

-"Pues claro que no somo distintos...elinzios,canonienses...las ideas que nos inculcan son diferentes pero todos somos los mismos animales egoistas, verdad Tzabcan?" - Sonrei con ese pensamiento, cuando quise darme cuenta estaba bastante adentrado en la ciudad

Y con los llantos y el dolor del comienzo de la guerra la noché cayó en la ciudad con la misma lentitud que de costumbre, pero parecía más oscura ahora que los tiempos de guerra anegaban los corazones.

FdR- Mi hermano, el master, me dio permiso para hacer transcurrir el tiempo XD

Sí, Ryo XDD Muy porno XDDD ¬¬ Soy una pervertida

Leah

Salí de la casa con varios billetes adornando mi mano y maldije en cuanto la puerta se cerró. Me sentía sucia, pero necesitaba vivir. Guardé los billetes en mi bolsillo, junto con otras cosas que me había permitido el lujo de "tomar prestadas": Algo de comida, un cuchillo, una camisa y algunas cosillas más.

Me alejé mirando a mi alrededor, esperando que nadie me hubiera visto salir. Cuando estuve lejos me apoyé contra una pared y respiré hondo.

- Ya ha anochecido ...

La noche se me había hechado encima pero tanto tiempo tirado en esa secoya me hacía estar como un toro. Caminé con las manos en los bolsillos hasta ver a lo lejos una figura que no pude distinguir junto a un muro. Ladeé la cabeza y me acerqué, más imprudente de lo que se necesitaba en una noche de guerra atrapado en un mundo extrangero.

Leah

Una sombra se acercaba y saqué mi arco apuntando a su hombro. No quería que, por accidente, pudiera haber una vida menos. Escudriñé la oscuridad hasta creer reconocerlo. Quité algo de tensión a la cuerda del arco, pero no bajé el arma.

- ¿Quién va? - pregunté en vol alta.

Al acercarme vi que se había puesto en guardia...más bien intuí por la pose de las sombras. Contesté a su reclamo,no sin antes escuchar un siseo de Tzabcan:

- Un canoniense temerario y noctábulo - Dige chistoso mientras me acercaba.

Leah
Bajé el arma y la colgué a mi hombro de nuevo.

- Bienvenido seas entonces ... -susurré. Luego una sonrisa se dibujó en mi expresión-. Eres el de antes, ¿no? El del árbol ... A lo mejor me confundo ... Se me da mal recordar rostros.

Nike

Vagaba por la ciaudad, ahora en sombras, y solo quería saber como escapar de allí. Había llegado en mal momento; estaba claro. Una guerra justo ahora ... Era lo que menos necesitaba.

Lenz

Si! - Contesté efusivo - Tu debes ser la chica anticlasista - Dige torciendo la sonrisa y soplando humo a un lado con el cigarro aun en la boca.

- Y qué haces por aquí a estas horas? am..y eh, lo siento,soy Lenz - Parecía que se podía hacer algo interesante por aquí al fin y al cabo

Leah

- Mi nombre es Leah -respondí mientras hacía una reverencia como si levantase un poco mi vestido, pese a llevar pantalones-. Y estaba ... Supongo que haciendo algún trabajillo- reí sin ganas-. Cosas sin importancia.

Me froté los brazos dándome calor. La noche era algo fría para mi gusto.

Lenz

Torcí la cabeza en señal de incertidumbre, pero me encogí de hombros y continué.

- Bonito nombre - *calada* - Ciertamente te pega, eres una chica mona...- Dije sonriendo de nuevo. Tzabcan salió por el cuello de mi camisa rodeándome los hombros.

Leah

Mi sonrisa se ensanchó. Acostumbraba a oír esas palabras, pero solían venir de hombres mayores y el contexto era diferente. Aquí hasta era agradable recibir un cumplido.

- Gracias - respondí con tono seductor. Luego ladeé la cabeza, y el cabello resbaló dejando ver mis orejas, algo terminadas en punta. Parecía como si yo intentara provocar alguna reacción en él; tal vez odio. Sonreí de nuevo. Ese canoniense no me caía mal.