Elincia Vs Canon [Partida]

Alcé las cejas en un impulso momentáneo al ver su reacción. una chica con sus características abría respondido de una forma más sosegada, pense que ya llevaría carrera recorrida, era demasiado segura pero ese juego me encantaba. Sonreí de medio lado.

- Bonitas orejas - Dige haciendo alusión a su raza - La verdad es que me dan algo de envidia, las mías son muy sosas - Le heche la lengua y me acerqué más. - ¿tenías planeado hacer algo? Yo me aburro muchísimo y quizás podamos comer algo tranquilamente.

Leah

Casi me era imposible sonreír más. No estaba segura de cuando habíamos empezado ese juego, pero era entretenido. Tomé el cigarro de sus manos, esperando que no le molestase, y di una honda calada. Mantuve el aire en mis pulmones unos segundos y luego lo exhalé sobre su rostro.

- Estaría encantada ... -susurré muy bajo, aunque no hubiera nadie más. Luego reí con suavidad-. Parezco una mujer fatal o algo así ...- le devolví el cigarro-. No fumo.

Lenz

- jajaja...Una "mini" mujer fatal...jajaja - Reí bastante con su comentario. -Para tener ese aspecto de mogigata eres bastante lanzada, humm...veamos, quizás podríamos ir a alguna posada de por aquí, si piensas desplumarme no sueñes, soy tan pobre como una rata - Contesté divertido, Leah me parecía muy entretenida.

- Bueno, también podemos quedarnos aquí flirteando - Volví el pitillo a mi voca y sonriendo le puse una mano en la cabeza.

Leah

Fingí decepción.

- Si no puedo desplumarte pierde gracia- le dije mientras sonreía, haciendo ver que daba igual-. Acabo de cobrar ... Podría pagar yo - lo miré traviesa, mientras ponía su mano en mi cabeza- Y si quieres quedarte aquí a flirtear deberías saber si tengo novio, ¿o no tienes miedo?

Solté una carcajada.

Lenz

- ¿Novio? bahh,no debe valer mucho la pena si te deja sola a estas horas - mantenía un tono jocoso - Además nunca he hablado de comprometerme...y respecto a lo de pagar tú...humm no sería caballeresco - Resultaba una tontería bastante divertida en aquella situación - simplemente puede pagar el que venga detrás... - sonreí más.

Leah

Solté una enorme carcajada, pero logré mantener mi apariencia dulce, y a la vez provocadora, de todas formas.

- Eso sí sería bueno ... En ese caso podré pedir todo lo que desee- enarqué las cejas-. Y no tengo novio, pero estoy de acuerdo contigo. Nada de compromisos. La libertad es divertida.

Ladeé entonces la cabeza.

- Acaba de iniciar una guerra. ¿No se extrañarán de ver comer a dos enemigos juntos?- me encogí de hombros soltando un leve "bah". Tal vez a él le importase, pero a mí no.

Lenz

Me encogí de hombros

- Quien sabe, se quedarán un poco flipados - me reí - ¿como sería un hibrído entre Elinzio y Canoniense? - pregunté de broma - ¿Será que no pueden existir porque tenemos diferentes números de cromosomas? - Me heché a reir - Personalmente, me gusta que la gente estúpida mire con recelo y cotilleen crelléndose discretos. ¿vamos? - Levanté mi codo para señalarle que se agarrase y dirigirnos en compañía a nuestra cena gratis.

Leah

- ¿Un híbrido? Nunca vi ninguno, creo ...- tomé su brazo y seguí su ritmo al caminar; pegando mi cuerpo a él de forma algo desvergonzaba. Me gustaba controlar a la gente- Pero ... ¿No crees que vas muy pronto a por el pequeñín? -bromeé haciendo alarde de mi poca vergüenza.

Mis pasos eran decididos y elegantes, algo provocativos; mi cabello ondeaba en la noche esparciendo mi aroma e iba cogida del brazo con un desconocido que venía del país con el que estaba en guerra. Sonreí. Realmente, no era el orgullo de los míos, pero ... No me importaba.

Lenz

Me reí con su comentario.

- ¡Oh no, por Canon! Los niños son totalmente odiosos...- Aprobeché que se ceñía a mí para resvalar mi brazo y rodearle la cadera, si ella se dejaba yo no iba a desaprobecharlo. - "Cena con el enemigo" parece una película de vaqueros...- Caminamos bromeando sin saber hasta que punto no nos conocíamos y no queríamos darnos a conocer.

Leah

Paré junto a él frente a un establecimiento.

- No se come mal ... Vengo aquí bastante a menudo. Me traen, más bien -reí-. Realmente, lo mejor de todo es el whisky ... Es fuerte y sabe bien- había dado por supuesto que bebía.

Entramos y un camarero nos llevó a una mesa. El sitio era bastante normal, pero cuanta menos gente hubiera menos problemas habría.

"¿Qué tomarán?" preguntó el camarero tras unos minutos.

- Elige tú. Yo tomaré lo mismo- lé dije con voz dulce e infantil, ocultando la faceta de "femme fatale" de antes.

Miré a Lenz.

Lenz

- Humm...tomaremos...la carne que mejor preparen - sonreí entregándole la carta. - y para beber tráigase un wisky, la señorita me lo ha recomendado - Miré a Leah cruzando las manos frente a la boca. - humm...y cambiado de tema, ¿prefieres el sexo romántico o duro? - Ahora mantenía una expresión aburrida como si preguntase "¿te gustan lo guisantes?" pero al fin y al cabo era una de esas pocas tias a las que se le podía preguntar. Noté que la mesa de ál lado quedaba un poco anonadada con la pregunta y me reí con malicia.

Leah

Solté una melodiosa carcajada. Su actitud, con la que con cualquier chica lo hubiera abofeteado, me parecía graciosa. Tenía razón. ¿Para qué servían los rodeos?

- Del romántico ... -susurré fingiendo timidez, pero luego le sonreí ampliamente-. Sé de ambos más de lo que muchos pensarían.

El camarero llegó con las bebidas y tomé la mía con una sonrisa. Le di un trago largo y dejé el vaso en la mesa. Tras una pausa bastante larga, dónde me percaté de que los de la mesa de al lado no perdían detalle, alcé las cejas.

- Digamos que ... Me gusta jugar ... Pero no siempre me dejan- sonreí.

Lenz

- ¿Jugar? Bueno dependiendo qué juegos comprendo que te dejjen o no - seguí sonriendo y me heché más hacia delante intentando dar un toque más íntimo a la conversación para ver como la mesa que antes parecía sorprendida estaba más que interesada. - Te diré que personalmente prefiero el sexo duro, es más intenso y aprobechable...- Miré a la mujer que había en la mesa y me dirigí a ella con tono atrallente - ¿esta interesada en eso señora? - me reí y la mujer se ruborizó de vergüenza mientras su marido miraba con malhumor.

Mizuko

Me acerqué aun establecimiento, parecía un restaurante...
Me estremecí al ver a la chica... ¿como se llamaba? Estaba dentro del establecimiento tomando algo con un chico algo atractivo.

Entré de incognita y me acerqué al camarero pidiéndole una mesa.
- Disculpe...

Camarero

- ¿Una mesa? Sígame...

Mizuko

- Sí. - Asentí.
Poco después de sentarme, me quedé mirando al chico enbobada, ¿qué me pasaba?

FdR- Hermanito ... Leah no te dijo su nombre. No lo sabes.

Leah

Sólo pude reír al ver como la otra pareja se retiraba de la conversación, avergonzada. Luego miré a Lenz a los ojos, con picardía.

- Te va lo intenso, entonces ... A mí igual -sonreí y mi voz cambió bruscamente, de sensual a dulce-. Pero a veces me sorprendo envidiando la dulzura ... Supongo que es mi parte delicada. Afortunadamente, no es una parte muy grande.

Tomé lo que quedaba de whisky e hice un gesto al camarero, que se llevo el vaso y trajo otro. La carne llegó poco después. Tenía un olor delicioso. Cogí los cubiertos con delicadeza y comí un pequeño trozo.

Miré a Lenz y alcé una ceja, tras tragar sin hacer ruído.

- ¿Me has traído aquí para hablar ya de sexo? - reí-. Qué lanzado ...

Lenz

Cuando llegó por fin la carne la olisqueé y cogiendo de forma brusca los cubiertos comencé a tragar cuan bestia parda entonces Leah continuó la conversación y paré de golpe, fijándome en lo delicada que era carraspeé,me limpié la boca y seguí de forma más modosa.

- Humm...Supuse que era un tema interesante ya que no eres una chica corriente - Sonreí - Pero siempre se puede hablar de novelas rosas o política - Añadí metiendo otro trozo de carne en la boca.

Leah

Reí y bebí un buen sorbo más de whisky. Por ahora mi cuerpo aguantaba bien, pero esperaba no pasarme con el alcohol.

Lo imité y comí un poco más.

- No necesito hablar de novelas rosas o política- sonreí irónica- Ya bastantes problemas políticos hay ahora, como para hablar de ellos ... Pero a mí la política me da un poco igual.

Un hombre de unos cuarenta años me lanzó una mirada desde la barra y, al verlo, me encogí instintivamente. Esperaba que no me reconociera. Un cliente ...
Para distraerme, apuré mi vaso, y el camarero me lo llenó sin yo pedirlo.

Lenz

Sonreí y bebí otro trago largo de Wisky. De pronto vi a Leah algo incómoda, giré la cabeza y vi a un tipo raro con una cara asquerosa en la barra.
- hum..¿conoces de algo a ese baboso de ahi? - Señalé con el pulgar descaradamente mientras preguntaba con cara de bobo.

Leah

Sonreí tratando de quitarle importancia.

- Supongo que lo conozco, pero ... -pensé-. Realmente no sé su nombre; ni él el mío. ¿Puedo considerar que no lo conozco, entonces?

Mientras yo filosofeaba sola, el hombre se acercó con una sonrisa. Apoyó sus codos a mi lado y me habló. Su boca apestaba a alcohol barato.

"Hola, guapa. ¿Te acuerdas de mí? ¿Qué te parece si te invito a mi casa?"

Fruncí el ceño. Odiaba a los borrachos que se creían atractivos.

- No gracias, señor - reí-. Preferiría pasar.

Lenz

Enarqué una ceja pero con expresión molesta. Sin mediar palabra me levanté y apollé mi mano en el hombro del tipo haciendo que Tzabcan entrase por un agugero de su chaqueta.
- Perdone amigo pero está interrumpiendo nuestra cena. - El tipo se volvió y cambió su sonrisa estúpida por una expresión malhumorada.

-"¿Quién te has creido niñato?" - Contestó tambaleándose, el local puso los ojos en nosotros tres. - "¡Yo conozco a esta fulana y vengo a pedirle un serv- .. - Tapé la boca al tiparraco y golpeé un poco su costado para hacer que Tzabcan lo mordiese. - ¡AH! ¡Algo me ha mordido!! - la pequeña cascabel salió del hombre para subir de nuevo por mi pierna y riendo dige entre su griterio- Es un cascabel amigo, como no se dirija ahora mismo a un hospital no le queda mucho tiempo...- El hombre salió corriendo del lugar y maldiciendo. - Buff...menudo jaleo...- Miré a Leah guiñando un ojo

Leah

Apreté la mandíbula y limpié mi boca con la servilleta, suavemente. Me bebí el vaso de whisky de un trago y jadeé cuando noté que mi garganta parecía quemarse. Sólo entonces hablé.

- Fulana ... -murmuré para mí, casi como si saborease la palabra. Una palabra amarga. Luego miré a Lenz-. Gracias ...

Nike

En mi vagar nocturno pasé ante un local del que salía gritos y, poco después, acompañado de esos gritos, salió un señor con velocidad. Parecía haber tenido una pelea, por la espresión aterrorizada que había en su rostro. Me apoyé contra la pared. Si había problemas quería verlo.

FdR- Menuda cosa pusisteis ayer XD Así cualquiera mete baza

Lenz

Heché la mano al baso de wisky y volví a mi asiento. - Humm...No te martirices, yo no creo que seas una fulana y creeme he conocido unas cuantas - Me reí y seguí bebiendo. - Ah! y...- Saqué la cagetilla de tabaco para fumarme otro cigarrillo - El que más ha hecho es Zabcan...- Apollé la palma de la mano izquierda sobre la mesa y la pequeña serpiente se deslizó hasta la misma.

Leah

Miré al reptil con curiosidad. Era hermoso, a su manera. Frío y silencioso ... ¿Acaso era malo ser frío y silencioso? Toqué su cabeza con la mano firme, sin asustarme, pero había otras cosas que carcomían mi mente. Jamás me habían llamado fulana ... Sonreí con amargura.

- Lenz ... - pronuncié su nombre por primera vez, con voz ronca-. ¿Por qué no crees que sea una fulana? ¿Es mi rostro? ¿Mi cuerpo? Mi ... -me callé unos instantes. Casi me sentía culpable-. ¿Mi notable juventud?

La gente se había relajado poco a poco y ahora tan sólo una chica parecía mirarnos. Miraba a Lenz, más bien. La vi de reojo y su rostro me resultó familiar, pero no logré identificarla.

Lenz

Parecía que a Leah no le desagradaba Tzabcan, eso me alegró y su pregunta me era bastante esperada. - Simplemente por tu comportamiento, eres lanzada y desvergonzada pero si fueses una fulana no te encogerías con la mirada asquerosa de ese tipo o simplemente te habrias ahorrado la cena y me habrias arrastrado hacia algún descampado cercano. - Me reí, no queria que se parase a pensar en un insulto tan estúpido y más tras la gran conversación que teníamos. Miré hacia otro lado para expulsar el humo de mis pulmones cuando me percaté de una mirada extraña y le sonreí.