Elincia Vs Canon [Partida]

Leah

Menudo tío más brusco. Lo miré, molesta.

- Señor guarda ... No golpees a quienes sólo quieren ayudarnos. En primer lugar ... ¡Quita tu mano de mí, o paga! - grité, forcejeando por sacar mi brazo de su mano -. Y, después ... ¿Por qué querría yo ir a ese lugar? Prefiero alejarme de la guerra.

Sebastian

Escuché las quejas de la elincia Leah.

- No eres tú la que decide a dónde vas, vendrás conmigo porque te lo digo yo. - Dije imponente.

De repente la puerta se abre y de ella sale una luz cegadora.

Mizuko

Mis ojos se cegaron con tanta luz.

- ¿De dónde viene toda esta luz? - Pregunté cerrando los ojos.

Leah

Estreché los ojos, debido a la luz y aproveché la oportunidad para disparar mi pie hacia la entrepierna del canoniense.

- ¡¡Te he dicho que me sueltes!! -le grité. No me gustaba que me controlasen.

Sebastian

Esquive con facilidad la patada que Leah me había lanzado, pues yo veo perfectamente en la luz.

- No es tan fácil huír de mí. - Reí mientras arrastraba a las elincias hacia el interior de la puerta.

URAI Y DILLITA[b]

-¡Joder que leñazoooo! - dije mientras sonreia, total, yo habia caido encima de Urai
- Dillita - dije mientras me ponia en pie - como vuelvas a hacer un chiste tan malo, te dejo una perrera.
Apunte al que me habia largado el hechizo y - ¡Semleges!... en tu puta cara.
- ¡Asi me gusta Urai, con un buen par de narices!

Lenz

Miré el enredo entre estos dos con desgana.

- Venga tioooooooos vamonos de una vez o se nos pasarán aquí la primera,segunda y tercerra guerra más la revancha. - Dije aspirando humo de mi pitillo.

Los tres personajes llegaron a Canon, dónde ya era de día, y un bullicio de gente les estaba esperando. Detrás de las personas se podían divisar muchas casas, alineadas, sobre un césped verde y fresco. Mas al fondo se distinguía un gran castillo, el lugar donde Canon residía. Había carromatos dirigidos por caballos, y toda clase de animales, Corcolums, Gargonts...
Finalmente, pude distinguir dos personas con la misma armadura que Sebastian, debían de ser guardas canoniense, como él.

Sebastian

Mágicamente aparecimos en Canon, una masa de gente nos recibía con bullicio y gritos.

- Hola a todos. He regresado con dos prisioneras. - Grité mirando hacia Leah y giñándole un ojo.

Mizuko

Sebastian nos llevó hacia Canon, pensé que iba a estar todo destrozado, pero no. Mucha gente nos rodeaba, como si ya supieran que íbamos a ser secuestradas.

Guarda Canoniense

Vieron la gran aparición de Sebastian y las prisioneras.

- Buen trabajo, Jack. Sólo has tardado 15 años. - Rió un guarda canoniense.

Enfrente de todo, se podía apreciar a una joven canoniense de pelo suelto azabache, de aspecto infantil y ojos marrones.

FdR: Gray, puedes entrar. Aleluya!!

URAI Y DILITA

- Me cago en la madre que lo pario, sera cabron - dije cagandome en todo lo cagable mientras echaba a correr tras ese cabron.
- Traqui Urai , que de Canon no se escapa, creo. Pero ademas ¿que te a dado a ti, el señor de los hielos perpetuos, el hombre distante, el ladron fantasma, con ese par de elinicias? - pregunto Dillita sin dejar de correr
- ¡Y a ti que mas te da, rata de dos patas! - dije mientras no dejaba de correr, indignado - ¡HEY TU, LENZ, VEN CORRE!

[i]- A mi me da mucho, y que sepas que estoy eschando el riñon por la boca.

Cerre los ojos con fuerza y traspase el portal con Dillita detras.

Lenz

Entré detrás de Sebastian intentando no separame de esas dos cuando escuché a lo lejos la voz de Urai. Luego miré la increible multitud.

- ¡Oh Canon he vuelto a casita! ¡Wooow menuda bienvenida! Oye, tio¿no serás famoso ni nada,no? - Pregunté a Sebastian. Luego me acerqué a Leah y Mizuko para hablarles al oído.

- Tsk. Tranquis que no pienso dejar que ese caprichoso de mi dios se quede con vosotroas. - Dije riendo.

Katia

Logré hacerme un hueco entre la muchedumbre, cuando vi las luces del portal. Quería estar presente, y lo suficientemente cerca, para ver que se traían de Elincia. Quería conocer al enemigo. Cuando llegaron, lo primero que hice fue acercarme a ellos. Aparte de Sebastian, el guarda, había dos chicas, ambas elincias. Aparentemente, parecían simpaticas... pero claro, eran elincias. Una pena. Tal vez nos hubiesemos llevado bien.
Estaba dispuesta a acercarme a ellas, cuando del portal emergieron dos figuras. Confusa, observé el portal, mientras aferraba la empuñadura de mi espada.
Del portal salieron dos hombres. Uno con una especie animal. El otro, con un cigarro en la mano. Supuse que serían canonienses, así que solté el arma. A fin de cuentas, eran compañeros...Uno de ellos, el fumador, se acercó a las elincias. Fruncí el ceño, ¿qué se suponía que estaba haciendo? ¿Acaso no veía que eran elincias? ¡¿Acaso no veía que eran el enemigo?!

-Oye tú, el fumador -bramé- ¿Qué mierda haces? ¿No ves que son elincias? Son el enemigo, ahora prisioneras... No deberías acercarte a ellas -finalicé, con una mueca de desagrado en el rostro.

FdR. Doy por hecho que Urai ya pasó a Canon y que, además, conozco a Sebastian .__. Como habíamos acordado, Nenegi ^^.

Pd. ;______; Posteé T___T Qué felicidad

lenz

Despues de dar mi mensaje miré a una pequeña que pareció encabritarse.

- Oye pequeñaja, no deberias hablarle así a los mayores - Le dije riendo mientras aspiraba el humo del tabaco.

Katia

Pequeñaja, repetí para mis adentros, molesta. ¡¿De qué iba ese tío?! Primero, se acercaba a las elincias y, después, me trataba como si fuera una cría. Se estaba riendo de mí, sin duda. Me acerqué a él, furiosa.

-¡¿De qué vas?! -chillé- ¡Yo no soy una cría! ¡El mero hecho de que sea más bajita que tú no implica que sea una maldita cria!

Lenz

Me sorprendió el arrojo de la pequeñaja y no pude evitar hecharme a reír.

- Aii que graciosa eres en serio. - Luego recuperé un poco la compostura. - mira esas dos bellezas elincias estaban conmigo e ibamos a pasarnoslo muuuy pero que muy bien antes de que apareciesen tus amigos, claro no lo entenderás son cosas de mayores...- Dije hechándole la lengua.

Katia

Comenzó a reirse, gesto que sólo aumentó mi enfado. ¿Acaso se creía que esto era un circo? ¿Me tomaba por payaso? Iba a protestarle, cuando comenzó a hablar. Cuando terminó, descubrí dos cosas:
La primera, había estado con esas elincias, por lo tanto, debía de estar del bando elincio; la segunda, cada vez me caía peor. No me importaría que se lo llevasen a Elincia y no lo volviese a ver, pese a ser canoniense.

-¿Tú estabas con esas elincias? Claro... eso lo explica todo... Tú eres del bando elincio y, por lo tanto, un traidor a Canon, ¿no? -sentencié, mientras volvía a aferrar la empuñadura de mi espada.

Lenz

La pequeña empezaba a ponerse teatrera.

- Ey ey un momento, yo conocí a esas dos cuando estaba en Elinzia viendo el teatrillo de nuestro jefazo. Me las encontré y me calleron bien, sigo siendo "fiel" a nuestro fortachón y me agrada volver a casa. - Dije algo más serio.

- ¿De verdad no puedes relajarte un poquito? te harás vieja con más facilidad. - Me burlé

Katia

Al oir sus palabras, volví a soltar la empuñadura. Estaba confundida. Aquel tipo afirmaba que seguía siendo fiel a Canon pero, sin embargo, se había acercado a las elincias, argumentando que le habían caído bien. Me llevé la mano izquierda a la frente, pesativa. No comprendía su lógica. Si eras fiel a Canon no podías relacionarte con elincios, ¿no? Sobretodo si estabamos en guerra...

-No... no comprendo -murmuré, perdida-. Si eres fiel a Canon, ¿por qué estás con ellas? -con mi mano libre, señalé a ambas elincias- No tiene sentido... O eres de uno o eres del otro...

Sí, siempre ha sido así, me dije a mí misma. En una guerra, o eres de un bando o eres del otro...

Lenz

Sonreí con su respuesta.

- ya te lo he dicho pequeña, son cosas de mayores. humm ¿Cómo es tu nombre? Yo soy Lenz...humm espera. - me dirigí a la multitud, era un momento genial para 5minutos de gloria!

- ¡OIDME TODOS! ¡MI NOMBRES ES LENZ! ¡Y SOY EL CANONIENSE QUE VOLVERÁ LOCAS A VUESTRAS HIJAS! - Luego sonreí a la pequeñaja de nuevo. Me encantaba avivar multitudes.

Katia

El tipo ese, Lenz, volvió a tratarme como a una cría. Suspiré. Al fin el dicho "a palabras necias, oidos sordos" cobraba todo su sentido. Sin duda alguna, de la boca del tipo ese sólo podían salir chorradas. Observé cómo intentaba calentar al público, tal vez se creyendose una de esas estrellas de las fiesta, aunque sólo pareciese un fanfarrón. Un necio fanfarrón. Cuando volvió a dirigirme la mirada, le respondí, seria.

-Me llamo Katia, y vuelvo a repetirte que no soy una cría...

Lenz

- ¡OOOhhh tiene nombre de gatitaaa! - Dije sonriendo emocionado. - Y claro que eres una cría, no veo protuverancias ni curbas que me digan lo contrario. - Dije con un falso ceño fruncido y girando la cabeza altivo.

Katia

Curvas y protuverancias. Así que ese era el motivo. Consideraba que era una cría por mi aspecto físico. Genial.

-Sinceramente, eres un necio -bufé-. Yo no soy una cría, pese a que mi aspecto físico diga lo contrario... Es todo causa de las ropas. Al ser holgadas, no marcan las curvas que una joven de diecisiete años ha de tener -expliqué, con gesto austero. Realmente, el tipo ese no era de mi agrado... Demasiado fanfarrón.

Lenz

- Seeeh las ropas...- Dije pícaro. - En fin, veo que no tienes forma de calmarte,eh? Eres toda una leona. - Le sonreí. - Y dime ¿Qué piensas hacer con nosotr?

Katia

¿Qué pensaba hacer con ellos? Buena pregunta.

-Yo, al no formar parte de la guarda canoniense, no puedo hacer nada con vosotros -expliqué-. Aunque, si por mí fuera, os llevaría directamente hacia Canon. A las elincias, por elincias; a ti, por fanfarrón y por estar con las elincias; y al otro, por estar con las elincias. Supongo que eso será lo que Sebastian y los demás harán...

Lenz

- ¿Todo por estar con dos señoritas? Tiaaa que exagerada...Fanafarrón me dice, yo te llevaría a Canon por frívola...- le dije riendo y agachándome para quedar a la altura de su cara.

- ¿no podemos ser amiguitos?

Katia

Su acción me tomó por sorpresa, pero no cambié mi expresión. En su lugar, me crucé de brazos y me alejé de él, seria.

-No son sólo dos señoritas. Son dos elincias, el enemigo...Y a mí no me importaría que me llevases junto al señor Canon, yo sólo cumplo sus deseos, no me considero culpable de nada. Si el señor Canon dice que estamos en guerra, debemos obedecerle, como dios nuestro que es -expliqué-. Yo es lo que hago, y considero que deberías hacer lo mismo. Por lo demás, no creo que podamos ser amigos si te relacionas con el enemigo, va en contra de mis principios.

Lenz

- Que mona, tan fiel a ese impotente - Me reí. - Creo que entramos en guerra porque Elinzia le dijo que era malo en la cama. - Sabía que eso la pondría furiosa, y lo mejor era que ella no podía hacer nada.

- Yo que tu me dejaría de seguir a un Dios malhumorado y me dedicaría a intentar vivir como bien puedas, ¿qué importa elinzios o canonienses? si estamos en guerra pero ellas no me han atacado con lo cual, considero que no son mi enemigo. - Dije tranquilo a Katia.