Elincia Vs Canon [Partida]

Mizuko
Lenz se dirigió a cortar la cuerda de la chica ebria uniéndola a él. Mi momento de gloria había acabado, realmente, no lo había aprovechado... .

- Por favor... si fuerais tan amables de decirnos como liberarnos os lo agradeceremos para toda la vida. - dije dirigiéndome a los guardias.


Guardas canonienses

En respuesta a las suplicas de Mizuko dijeron:
- ¿Quiénes crees que somos? ¿Las Teresitas de la caridad? - preguntó un guardia con ironía.

- La única forma de liberaros es hacer el Sello Hatock, solo lo tiene que hacer uno de vosotros, pero claro, nosotros lo impediremos. - dijo el mismo guarda que habló con anterioridad.

Lenz

Suspiré, eso parecía bastante facil aunque realmente no sabía de lo que estaban hablando. Miré a Leah contestando a su afirmación.

- ¿Y cres que a mi me apasiona atarme con gente? demasiada responsabilidad pero si somos 3 será más divertido. - Sonreí dándole una calada al cigarro. Tomé posición de combate.

- En ese caso os despedazaremos yo y mis dos amigas elinzias - Sonreí, la discusión estaba consiguiendo escitarme y pensar que iba a luchar contra los mios en una guerra de razas me resultaba absurdo y muy divertido.

- Hay muchas formas de unir a las personas compañeros...¡Utilizar una cuerda es la peor de todas! - Grité a los guardias que parecían cada vez más descerebrados.

URAI

- Se acabo lo que se daba, a por ellos- me digo a mi mismo, miro a Dillita que me ha oido y se pone en pie mientra asiente, ahora seria.

-Ola a todos, ¿sabeis usar eL sello, no?, supongo que si - paso de ellos mientras sigo avanzando hacia la guardia-...bien el plan es sencillo vale, yo "lucho" y depues , cuando ya esteis liberados, echamos a correr, ¿OK?
- desenfundo y me quedo quieto en guardia, eso de luchar no se lo creen ni los dioses, con que no pasen llega.

Mizuko

Obseva a todos al ver que quieren pelear.
- No sé... han dicho que lo del Sello Hatock era la única forma de liberarnos, ¿y por qué no hacemos el sello y ya está? Lo único que hay que hacer es ofrecer nuestros servicios a Hatock, el Dios de la Unión... - Razoné.

- Aunque claro... los enemigos son canonienses, ¿para qué querran que hagamos el Sello Hatock? - Me pregunté a mi misma. - En todo caso querrían que lo hicieramos con Canon, pero con Hatock... - Supuse.

Guardas Canonienses

Respecto a las palabras de Mizuko rieron y dijeron:
- Eres una chica muy lista. - Miran a los dos chicos que se prepararon para pelear. - Pero al ofrecerle los servicios a Hatock pasaréis directamente a ser canonienses, porque no sé si sabes que Hatock era el padre de Canon y sus fuerzas siguen unidas. Por lo que si os unís a Hatock os uniréis a Canon. Esa era nuestra finalidad al ataros a las elincias con la cuerda Hatock. - Explicaron los guardias.

Lenz

Así que era eso lo que tramaban, conseguir seguidores de Canon. Era algo bastante rastrero, obligar a una raza a tranferirse a la otra, me recordaba a las conversiones históricas.

- ¡Ni hablar! ¡No permitiré que les desaparezcan esas orejitas tan monas! - Dige con tono estúpuido. - En ese caso probaré yo con ese hechizo, soy canoniense y aunque eso de las uniones no me va no quiero que estas dos monadas pierdan sus atributos, además he sido yo quien ha cortado las cuerdas. - Luego me paré a ver al chval que acababa de aparecer en frente nuestra y le señalé poniendo voz inespresiva.

- Aunque si lo hace ese de ahí no me importa, creo que esas orejas quedan poco serias en los hombres...- Empezaba a sudar un poco, el extasis de la discusión y Leah dandome calor en el brazo. ¿por qué esta chica era tan apegada incluso ahora? Podría guardárselo para más tarde...Sonreí sin darme cuenta. ¡No Lenz! ¡No sueñes ahora! ¡Ponte serio alguna vez hombre!

Leah

La iniciativa de Lenz que se basa en defender mis lindas orejas me convence y me separo de él, procurando estar lo suficientemente libre como para coger el arco si es necesario.

- Sea quien sea, que haga ya ese sello. No soy demasiado paciente cuando se trata de mi libertad. Y no soy muy libre con ella aquí -añadí con una sonrisa, acentuada por el efecto del alcohol, mientras señalaba a la otra elincia. Después de la pequeña broma miré a los guardas con seriedad, atenta a su reacción y preparada para cualquier cosa. Incluso un combate.

Mizuko

Miré como todos intentaban proteger a los demás.

- Bueno... Falto yo... - Pensé mientras los miraba.
- A mí no me gustaría dejar de ser elincia... Pero si al hacerlo salvo a la otra chica, lo haré yo. - Dije uniéndome al resto.
- Y lenz... no creo que si eres canonense puedas hacerlo... pero por probar, tu están en el centro de nosotros dos, si lo haces, quedamos liberadas también las de los extremos. Pero si nos liberamos ella o yo, solo quedará esa libre, y tendrá que hacerse otro pacto... eso creo. - Razoné.


Guardas canonienses

Escucharon todas las protecciones de los demás y al final de cada una se reían silenciosamente.

- Vaya, que también podemos pelear... pero no creo que ganéis, así que va a ser mejor que hagáis lo otro. - Dijo uno mirando a todos de reojo.

Lenz

Los soldaditos de mi raza ya me estaba tocando la moral...Intentaría hacer el hechizo de separación, al fin y al cabo si salia bien urra y sino pues que venga otro...

- Pues allá voy! - Me concetré como pude en algo bastante abstracto.

FdR: nenegi! no se como continuar porque no tengo ni zorra de que hay que hacer para el hechizo XDU Lo dejo a tu administración como master roll

Lenz se concentró todo lo que pudo para hacer el Sello Hatock. Pronunció las palabras sagradas, que salieron de su mente como si de su nombre se tratara.
- ¡Hatock! ¡Én kér ön csatlakozni! (¡Yo te imploro para unirte a mí!) ¡Távolsági nekem, mit még nem kelt a másnak, az ólom Canon felé vezet, te felé! (Haz de mí lo que no has hecho de nadie más, llevame hacia Canon, llevame hacia tí.)

De repente las cuerdas que unían a Leah, Lenz y Mizuko desaparecieron anulando el conjuro.

Mizuko

El conjuro se deshizo, y empecé a dar saltos de alegría sabiendo que nadie había dejado de ser de su raza.
- ¡Al fin! - Exclamé.
- ¡Lo has logrado, Lenz! - Admiré mientras miraba su cuerpo con mirada felina.

Guardas Canonienses

Al ver que el hechizo se desizo rieron.

- Ju, en todo éste tiempo podríamos haberos matado, pero aún sois muy débiles y no merecéis la pena de que ni os maten. - Alardeó uno de los guardas.
- ¡Calla! ¡Sebastian! - Ordenó otro. - Ahora que sabéis que mañana se abrirán las puertas a Canon, ya podemos irnos, volveremos a vernos. - Advirtió el mismo.

FdR:
- Lo siento Ryo... U.U Me olvidé.
- Se ha incluído un nuevo hechizo en la lista de "Dioses y hechizos"

Lenz

Me sequé unas gotas de sudor de la frente, no acostumbraba a hacer magia y utilizar ese hechizo sin pensar había sido bastante extraño. Miré servero a los guardias conanienses.

-¡LA MADRE QUE OS PARIO!! ¡¿Y para decir eso nos habeis tenido aquí perdiendo el tiempo?! - Estaba irritado, esos guardias solo habían venido a pasar el rato.

- En fin, ya sabemos que las puertas se han abierto y también ¡que sois unos cafres! - Me di la vuelta malhumorado y me alegé guardando mi espada a mi espalda, no sin antes reparar en la extraña forma en la que me miraba Mizuko.

FdR: nah tranquilo, tampoco sabías quien de los tres iba a intentar el hechizo antes XD

Leah

Sonreí satisfecha al recuperar mi libertad e ignoré la partida de los guardias. Que la puerta estuviera abierta o cerrada me daba igual, ciertamente.

Me giré hacia Lenz, para agradecerle lo que había hecho, cuando percibí la mirada que le echaba la otra elincia. Enarque una ceja, mientras la observaba de arriba a abajo, evaluando su capacidad de seducción.

- Cero - dije en voz alta, al terminar de examinarla.

Bostecé y me llevé una mano a la cabeza. El alcohol estaba acabando conmigo. Esto me haría recapacitar la próxima vez que tuviera un vaso en la mano.

- Estoy mareada ... -me quejé en voz baja mientras mi rostro palidecía.

FdR- ... ... Es mucho pedir que el narrador llame a Leah por su nombre ...? Mizuko puede llamarme chica ebria, pero el narrador podría usar "Leah" de vez en cuando ò_o Revisa la última frase del narrador en tu último post. Jo, es que me parece de mal gusto. Es como si hago una partida y mi narrador llama a tu personaje "el del grano asqueroso en la cara" Ò_o

Lenz

Me giré al escuchar las palabras de Leah y me acerqué a ella para evitar que se partiese la cara contra el suelo.

- Parece que finalmente la poca cosa que eres y el alcoholazo que te has metido te pasan factura - Reí mientras insuflaba el humo de mi cigarrillo. Me estremecí por culpa de Tzabcan, ese condenado siempre se deslizaba por los sitios menos indicados...

Leah

Forcé una sonrisa.

- No es nada ... Suelo beber - mentí-. A veces los clientes me ... - callé y me tapé la boca. Definitivamente ... Es cierto que los borrachos dicen la verdad.

Reí sin poder evitarlo, pese a que casi había delatado una parte oscura de mi vida.

- ¿No deberíamos llevar a esta chiquilla a casa antes de que se preocupen por ella? -murmuré con una sonrisa mientras señalaba a la elincia.

Mizuko

Tras recibir los tratos que se le hacen a una niña de 5 años por parte de la chica ebria, me cabreé un poco, pero finalmente me controlé.

- Yo participo en la guerra... vengo a proteger a los míos. - Dije mientras la miraba de pies a cabeza.

- Me llamo Mizuko. - Añadí.

Lenz

Comencé a notar una cierta acritud entre las elincias, las mujeres siempre sacaban esa lado malévolo suyo...Noté lo suelta que tenía la lengua lea devido a la bebida.

- ¿Qué? ¿los clientes te rociaban con botellas de coñak? - Reí imaginándome la escena de una forma muy jocosa. - En fin, veo que ella no tiene ningún problema así que de momento llevaré a esta borrachilla a un banco... - La acerqué a un banco cercano bajo uno de los llorones para que respirase un poco sin peligro a marearse.

URAI y DILLITA

Nos acercamos a ellos y, para variar,Dillita no aguanto callada mas de tres segunds seguidos.

¡Hola!- dijo casi chillando - Me llamo Dillita, y este soso es Urai

Hola... - dije con desgana, mientras estudiaba al grupo : un tio que apuesto a que se cree un dios, una elinicia que está... ¿está borracha?... que mal anda el universo, y otra elinicia que mas que una ayuda es un estorbo en combate pero que se autodenomina luchadora del pueblo elinicio... - <suspiro>... chao - seguro que con ellos me meto en cosas que Dillita llamaria... "entretenidas".

¡Como que chao!, nos quedamos aqui, que esto está muy entretenido. Y no repliques, que nos conocemos.

( lo que esta en cursiava es lo que dice Dillita )

Leah

Agradecí a Lenz con un gesto que me llevara al banco y me llevé una mano a la cabeza. Sonreí amargamente.

- A veces sí lo hacian ... - le murmuré, aunque no estaba segura de si él sabía de que clase de clientes estaba hablando. Luego observé a la extraña pareje que se acababa de presentar -. Yo soy Leah ... - les dije con desgana. Me dolía la cabeza.

Miré a Lenz, a mi lado. Ahora mismo debía de parecerle patética, sucumbiendo ante el alcohol que yo misma había decidido tomar.

- Si la guerra va a empezar ... Yo no quiero adar por aquí -comenté más para mí misma que para él.

Lenz

Miré a los recién aparecidos e hice un gesto con la cabeza como saludo.
- Lenz y bajo mi ropa estará el maleducado de Tzabcan pero ese solo sale cuando hay movidilla. - Volví a mirar a Leah tan atacada por el alcohol desorbitado que se había tragado y escuché sus desganadas palabras intentando no envolver el tema en sus distintas connotaciones.

- Creo que la próxima vez tendrás que cenar mejor para acompañar esas copas - Sonreí enarcando una ceja. Miré al horizonte y expulsé el humo de mi cigarro.

- Humm...Podemos irnos a un hotelillo de las afueras, así alejadito y de mala muerte así por lo menos cuando empiece el agetreo estaremos bastante resguardados...Huummm me subirébien el cuello de la chaqueta para ocultar las orejas - dije medio en serio medio en broma esperando sus contestaciones

Mizuko

Un chico raro y su ardilla se presentaron antes nosotros...
- ¡Hola! Yo me llamo Mizuko, encantada. - Dije sonriente.
- Siempre es agradable conocer a gente nueva... -Añadí.
- Mientras no huela a alcohol. - susurré mientras miraba de reojo a Leah.

Tras mi presentación oí escuchar a Lenz hablar algo de ir a un hotel con Leah, parecía una declaración desesperada.

- ¿Vais a un hotel? - Pregunté. Pues Urai y Dillita y yo también vamos. - Dije fingiendo inocencia mientras les guiñaba un ojo al chico y su ardilla.
- Invito yo. - Añadí.

Sebastian (guarda canoniense)

- No estaréis pensando en iros a un hotel... - Dije escondido detrás de un árbol de forma que los demás no me pudieran ver.
- Las puertas hacia Canon se van a abrir en cinco minutos... así que no hagáis planes, porque vais a venir todos conmigo, incluída la ardillita esa de las narices. - Avisé.
- Idos preparando. - Añadí.

Lenz

Las palabras de Mizuko fueron música para mis oídos, de hotel...gratiss...

- Hombre claro que venís, no vamos a dejar a la intemperie a una chica mona y a un tio que parece no saber defenderse...- Dije con cara de poker.

- ¡Y claro si invitas tú mejor que mejor! - Añadí rodeándola por los hombros y tralléndola hacia a mí mientras reía. Me quedé callado unos segundos, me había parecido que no estábamos solos pero en fin, sería mi imaginación...

URAI y DILLITA

-Mira chuloplaya tu no...- Dillita para variar, me interrumpe hablandome al oido.

-Urai, que esta tia nos invita. Comida y bebida a cuenta de esa tia, y no andamos bien de pasta, asi que relajate- dijo Dillita al oido de Urai-...y por cierto, creo que detras de ese arbol hay alguien



NENEGI, como ese tio nos ataque se nos va a pasar la guerra en el parque, relajate

Mizuko

Lenz aceptó con mucha energía mi idea, seguramente que lo hacia por mí...

- ¡Oh! ¿En serio? No sabía que aceptarías tan rápido... - Dije un poco sonrojada.

La sonrisa se borró de mi cara al escuchar una voz detrás del árbol.

- ¿Quién anda ahí? - Pregunté con cara seria mirando al árbol.

Sebastian

Todos se dieron cuenta de mi presencia.

- Una reacción muy rara por parte vuestra. - Dije descubriéndome del árbol.

- Me escucháis y fingiís que no estoy, muy amable por vuestra parte. He de avisaros que las puertas se abrirán dentro de 3, 2, 1 y ... - Avisé.

De repente del suelo nació una puerta de metal oxidado. No estaba apoyada sobre ninguna pared, lo único que la sostenía era el suelo.
Sebastian, corrió rápidamente hacia las elincias y agarrándolas por el brazo las llevó hasta en frente de la puerta. Quedándose quieto delante de ella.

Lenz


- Menudo tio plasta...- Pensé al ver al guarda Canoniense.

- ¿¡hey es que nadie se ocupa del cuidado de nuestros portalones!? ¡deberias darnos vergüenza que los elinzios nos vieran tan poco cuidados! - Dije a modo de maruja para sacar hierro al asunto.

- ¿Y ahora te pillas a las monadas? Tiooooo no te pases que no estás tu solo. Wee esta bien abre esa puertucha y vámonos a Canon, así podemos hacer turismo con los elinzios - Dije riendo y acercándome a la puerta.

- Ya vereis, Canon es un antro de salvajes pero se pasa bien - Dije a las Elinzias guiñando un ojo.

URAI Y DILLITA

- ¿Vamos?- lepregunte a dillita, seguro de su respuesta.
-Claro, y ya que vas... cargatelo.
-Ahora vuelvo- desenvaine y me lance al ataque, algo nada propio de mi.

Mizuko

"El guarda" nos agarró a Leah y amí dirigiéndonos hasta la puerta. No sé ella, pero yo me sentía bastante bien con el calor de la mano de "El guarda apuesto", era muy atractivo.
De repente Urai se dirigió hacia "El guarda apuesto", con una espada en la mano, intentando hacer que nos soltara.

- ¡No te acerques! ¡Es muy peligroso! - Alerté para que no estropeara ese momento.

Sebastian

Ví como Urai se acercaba a mí con una espada en la mano, muy gracioso.
- ¡¡¡Áthelyezés!!! - Pronuncié con un grito.

Urai notó como un muro invisible le empujaba hacia atrás bruscamente, hasta hacerlo chocar contra uno de los llorones.

FdR:
- Estéfano, urai no puede esquivarlo porque considero que aún no tiene el nivel suficiente como para enfrentarse con Sebastian.
- Lista de Hechizos y dioses renovada!