Elincia Vs Canon [Partida]

URAI

Tienes muy poca educacion, ¿no?. Con lo facil que es decir por favor y gracias - le dije a Lenz. Adonde iremos a parar con tan pocos modales...

Mire a la canoniense - ¿Podrias hacer el favor de dejar en paz a Tzabcan?, a cambio te dejara en paz a ti.

Volvi la vista a Lenz - Ves lo facil que ha sido, y que sepas que no me se el contrahechizo, asi que te aguntas lo que te quede de la media hora del conjuro, lo siento.

Lenz - pueblo

- ¿Ahora un mestizo me enseña modales? vengaaaaaaa - Le dije hechando la lengua. - Los modales se guardan para las señoritas finas y agradables. -Sonreí mientras me sentaba en la jaula y me recostaba con los brazos tras la cabeza.

- Bueno si consigues que no le haga nada a Tzabcan entonces estará en deuda contigo y no te morderá por no sacarme de aquí. - Volví a sacarle la lengua. La verdad es que Urai se enrollaba bastante. De pronto me acordé, abrí mucho los ojos y volví a levantarme agarrando lo barrotes.

- ¡¿TU NO PERSEGUIAS A LAS OTRAS DOS?! - le pregunté exasperado, ¿qué había pasado con ellas?

Leah- Carro

El carro se había detenido, pero la puerta seguía cerrada, y yo desarmada. Miré a Mizuko con disimulo, tratando de captar sus ojos. Teníamos que escapar de alli. Aún no me había resignado a morir y, no pensaba hacerlo jamás.

Sebastian - Carro

Volví al asiento del conductor después de observar mi alrededor vigilando que no hubiera ningún otro enemigo y me pusé a conducir el carro de camino a las celdas.

- Bueno... Vamos allá. - Dije después de suspirar.

Mizuko

Antes de que pudiera escapar el carro volvió a moverse en dirección a los calabozos.

- ¿No hay nada que hacer? - Pregunté mirando hacia Leah, disgustada.

Pueblo

Katia logró lanzar a Tzacaban alejándolo de Lenz unos 6m dejándola incosciente. Urai no llegó a tiempo.

Carro

El carro logró llegar a la prisión con Dillita bajo él.
Sebastian llevó a las chicas a una celda donde las encerró con llave.

URAI - en la plaza

- Tu serpiente es resistente - dije mientras la recogia - toma, te la devuelvo - no entendere a lagente que maltrata a los pobres animalitos.

-Tu, que aun no me has dicho como te llamas, yo soy Urai, y te voy a machacar para hacer un cambio de rehenes, lo siento - cosa que es cierta, no me gusta obligar a la gente a nada - ¡En guardia!.

DILLITA - en la prison

Hola elinicias - dije mientras me colaba atraves de los barrotes de su celda -¿que tal?, ¿es comoda la celda esta?, por que sino os saco, que Urai y yo somos bastante buenos en nuestro trabajo - cosa cierta, no hay cerradura que se nos resista. ¿Que?,¿a que viene esa cara de asombro?

Lenz - Pueblo

- ¡Tzabcan! - Grité cuando lo vi volar por los aires y no moverse. Urai se tomó la molestia de traérmelo y yo lo recogí con cuidado.

- Bichejo, dime que aun sigues en pie, eres un machote idiota. - Dije moviéndole algo la cabeza y agarrándolo contra mí.

- ¡Uraaaaaaaaaai! ¡Aun no me has dicho que pasa con esas dos! - Le dije sentado en la jaula cuando se propuso ir por Katia. Empezaba a odiar a ese Dios que me había dado igual durante todos estos años.

URAI

-Pues veras... la verdad es que no lo se, pero si estan encerradas, Di las saca como si nada, anda que no nos habremos fugado de reformatorios y prisiones, asi que no te preocupes, que tu novia y la pitimini estaran bien - le repondi fingiendo estar completamente convencido, aunque le verdad, nunca nos habiamos fugado de Canon y me tienen dicho que aqui son mas duros... - Estoy seguro de que saldran, fijo, asi que relajate y espera ahi quieto... - tsk, sin Di soy yo el de los chistes malos, espero que estae bien.

Leah- Prisión[b]

La ardilla de Urai apareció ante nosotras de pronto, afirmando que podía abrir la puertas. La miré sorprendida.

- ¿Entonces dices que puedes sacarnos de aquí? - pregunté sin hacerme muchas ilusiones para no llevarme un chasco si no salía coo lo deseaba-. Y ... ¿Cómo has llegado? Deberías estar con Urai, ¿no? ...

DILLITA

- Con Urai dices, pero si estoy aqui por el, me dijo que os sacara mientras el rescataba al otro. En el fondo e un pedazo de pan. - si es que... lo que no haga su alma caritativa no lo hace nadie.
Bueno - dije mientras trepaba a la cerradura - lo malo no va a ser abrir la puerta, lo malo va a ser salir, mientras venia vi muchos guardas, pero como si os quedis palmais fijo - dije mientras hurgaba en la puerta - "clic"... ¡Abrete Sesamo!, juajuajua, pero que chispa.... bueno ¿nos vamos?.

Mizuko - Celdas

Mi tristeza desapareció cuando ví a Dillita, la ardilla de Urai, decía que nos sacaría de aquí, y así hizo, por lo menos abrió la puerta.

- ¡Muchas gracias! - Sonreí a la ardilla mientras me dirigía a salir de la celda.

DILLITA

¡Alehop! - dije mientras saltaba al hombro de Leah - Hay una salida por alli, en la tercera a la izquierda despues de girar dos a la derecha, una a la izquierda en la segunda salida y en la cuarta la derecha. ¿Lo captas? - le dije mirando la cara que ponia - Venga vamos, no te quedes quieta.

Lenz - Pueblo

- ¿Mi novia? - Le pregunté riéndome. - Si yo solo quiero a mi bichirrinin...- Dije acariciando a Tzabcan con la mejilla y apretando los ojos. Parecía que ya daba señales de vida pues se iba enroscando a mi mano.

- ¡Coleguita! - Le grité a verlo. Después me acordé de lo bien que lo había pasado hace un par de horas. Había conocido a Leah, cenado con ella de una forma un tanto extraña je... Despúes a Mizuko y a Urai...habíamos acabado con un corocolum baboso...Y ahora un estúpuido Dios abaricioso y un pueblo descerebrado iban a acabar con nuestro pequeño grupo.

- ¡NUNCA! - Grité mostrando mis pensamientos sin damr cuenta mientras me levantaba de un golpe. No iba a dejar que acabasen con unos amigos que tenía, con gente a la que había considerado buena, con amigos humanos, con gente a la que quería después de tantos años...

- Semleges...- Susurré estirando mi mano derecha en dirección a un grueso barrote de piedra. No dio resultado y mi ira se acrecentó.

- ¡Semleges!¡Semleges!¡Semleges!¡Semleges!¡Semleges! ¡SEMLEGES! - Estuve lanzando bolas de mana de forma desorbitada, la celda era un hechizo de un Dios así que no tenía mucha confianza en lo que hacía pero no quería quedarme allí tirado sin hacer nada, ¡tenía que intentar algo!


FdR: perdón por la ausencia pero ya sabeis, las clases, supongo que todos estaremos igual

Katia-Pueblo

Tras lanzar a la serpiente a lo lejos, intenté levantarme, con dificultad. Concentré toda mi fuerza en mi extremidad izquierda, intentando no apoyar el otro brazo. Tras levantarme, conjuré el Háború, aumentando mi fuerza en un cincuenta por ciento. Una vez hecho esto, presioné mi brazo dislocado, intentando que volviera a su posición natural. Cerré los ojos, al sentir el dolor, pero no dejé de aplicar fuerza hasta que estuve segura de que la cabeza de la articulación se encontraba en la cuenca. Tras esto, recogí mi espada y observé al traidor encarcelado y al que, al parecer, me había desafiado, expectante.

FdR. Lamento MUCHO la tardanza T____T Lo siento Estéfano, por tardar tanto en responder, pero ser del BI es lo que tiene: falta de tiempo libre. Por otra parte, supuse que podía recolocarme el hombro, pero si el master no lo considera oportuno puede ignorarlo...

URAI - PLAZA

Estooo, no es por mal pero despues no vamos a poder a hechar a correr cuando se pase el efecto del conjuro - le dije a Lenz, a Di no le gusta que carge con cosas que dice qeu despues le huele raro - Por tu bien, relajate, abstraete del mundo y medita el por que de las guerras y a partir de que numer son muchos muertos, va bien para de que la guerra es una idiotez y que un muerto son demasiados - aun recuerdo cundo me lo pregunto Di por primera vez... me pregunto donde la leyo.
Bueno canoniense, no se para que te has recolocado el hombro, pero en fin, ahora tendre que volver a dislocartelo. Háború, no es personal, pero si no te rindes recibes - dios, mis chistes empeoran, donde estas Di - En guardia - dije mientras me lanzaba al ataque con una finta mientras amagba un tajo para poder lanzarle el puñal a una pierna con la izquierda, una tecnica rastrera pero efeciva.

FdR: Gray, me tienes que enseñar en lo que trbajaste, que me pica la curiosidad.

Canon - Pasillos de las celdas - 3:00

Miré a Sebastian, parecía nervioso. Suspiré y lo miré.

- Vaya... tengo muchas cosas que hacer... ¿Por qué no las matamos... dentro de una semana? - Pregunté con tono bromista, aunque lo decía en serio.

- ¡Ah! ¡Otra cosa! Yo que tú iría rápidamente a donde las prisioneras. - advertí.

Sebastian - Pasillos de las celdas

Canon me advirtió que fuera rápido a la celda donde Leah y Mizuko estaban prisioneras, segur que pasba algo.
Cogí mi lanza sin ponerme la armadura y fuí corriendo hacia ellas, cuando me sorprendí al ver que la puerta estaba abierta, y que la ardilla cojonera estaba con ellas.

- ¡Alto ahí! - Grité acercándome a ellas.

Mizuko - Celdas - 3:00

Cuando íbamos a huír llegó Sebastian corriendo.

- ¡Bunda a víz! - FConjré haciendo un escudo de agua que nos envolvió a las tres.

- ¡No vamos a morir! - Exclamé.

Celdas - 3:00

Cuando las elincias iban a huir gracias a Dillita, Sebastian apareció de repente. Mizuko, utilizó un hechizo para hacer un escudo de agua, que protegiera a las dos elincias, y a la pequeña Dillita.

Pueblo - 3:00

Lenz conjuró varios Semleges, que solo sirvieron para gastar su energía. Aún qedaban 28 minutos para que el hechizo desapareciese.
Mientras tanto, Urai se dirigía a atacara Katia, rozándola un poco por el brazo, provocándole una pequeña herida. Urai lanzó el puñal a la joven, pero solo consiguió clavarlo en la tierra.

Leah - Celdas

Mi corazón se aceleró, nervioso. Nos había encontrado y eso no era bueno. No tenía mi arco y mi fuerza física era ínfima, pero Sebastian estaba sólo. Alcé mi mano apuntando a su cabeza, aunque Mizuko nos había protegido con un hechizo.

- Déjanos ir -siseé-. No quiero morir en este planeta. ¡Dejanos ir!

Si se acercaba, lanzaría un Semleges a su hombro derecho, como aviso, y si intentaba algo, lo lanzaría a una de sus sienes, donde era más probable marearlo o, incluso, dejarlo inconsciente.

Dillita

- Me cago en tus muertos, como no nos dejes huir, llamo a Uari y el se encarga de matarte por la espalda, como buen ladron de guante blanco, te vas cagar - argh, que mal me cae este tipo .
- Y oye - le susurre a Leah - y si nos vamos de estrangis, a lo mejor se da cuenta tarde, que ya solo nos quedan una a la izquierda en la proxima salida y en la cuarta la derecha, si echamos a correr llegamos en menos tiempo del que Mizuko tarda de dejar de gritar si se da cuenta de que se le ha roto una uña.

URAI
-¡Joder, que rapida! - dije mientras recojia el puñal y soltaba la espada, para poder ser mas rapido - te vas a enterar - dije mientras me lanzaba otra vez al ataque, solo con la daga, para poder atacar con mayor rapidez, le lance una patada al estomago y una estocada al hombro, despues una sucesion de puñetazos y un gancho.

Katia-Pueblo

Al ver venir el ataque del mestizo, decidí retroceder unos pasos, al tiempo que colocaba mi espada frente a mí, de forma que el filo derecho de ésta quedase frente a mí, a modo de escudo; y conjuré el Bunda a fém para defenderme por completo de su serie de ataques.

Fdr. Post corto, pero no sé qué más poner ^^U.

Sebastian - Celdas - 3:00

Antes de que pudiera hacer nada Mizuko había hecho un escudo y Leah me había amenazado.

- Lo siento, chicas... Pero vuestras posibilidades no son nada comparables contra las mías. - Dije dibujando una sonrisa en mi cara.

- ¡Háboru! - Conjuré fortaleciendo mis puños un 50%.

De repente, me lanzé hacia ellas con un salto y me dirigí a darle al escudo un golpe horizontal para destruírlo.

Mizuko - Celdas - 3:00

Sebastian se dirigió a atacar nuestro escudo, si le daba, él estaría mas cerca nuestra y sería una buena oportunidad para asestarle un golpe.

Así que coloqué mi mano al igual que Leah para atacarle con un hechizo.

Dillita

- Pos mira que sois tercas y mira una cosita, ¿en un dos contra uno no le podeis ganar?... vamos, digo yo

Leah - Celdas

Cuando Sebastian se lanzó contra nosotras, lancé el hechizo que tenía preparado sin dudar, apuntando a su sien izquierda.

- ¡Semleges!

Tras atacar, retrocedí un paso, preparada para huír si era necesario.

Mizuko - 3:00
Sebastian se dirigió a atacarnos cuando de repente Leah lanzó un semleges y después huyó. Yo haría lo mismo.

Celdas - 3:02

Leah atacó a Sebastian con un semleges y logró destruír el pecho de su armadura, ya que estaba vieja y oxidada. Cuando logró darle intentó huír a toda velocidad con Dillita en su hombros. Mizuko repitió lo mismo que Leah y luego huyó junto a ellas manteniebndo el bunda a víz. Sebastian se quitó la armadura tardando poco menos de un minuto y las siguió.

Pueblo - 3:02

La noche era oscura y gélida y Katia y Urai estaban peleando. Urai se dirigió a lanzarle una serie de golpes y estocada hacia Katia, pero se detuvo cuando ésta colocó su espada al frente después de retroceder unos pasos. Mientras tanto Lenz seguía encerrado en la jaula, aún faltaban 26 minutos para que el hechizo se rompiera.

Urai

Harto de tanta pelea sin sentido procedia a acabar con la minima cantidad de daños posibles, y finte y ataque para disimular y asi poder pinzarle le cuello y dormirla.
Lo hace si no quedo claro

Leah- Celdas - 3:02

Los pasillos me eran desconocidos y no sabía si acabaría topándome con alguien, pero mi miedo a la muerte me hacía avanzar a toda velocidad, sin dudar ni un instante.

- ¡Hay que salir de aquí!

Esperaba que mizuko me siguiera, pues no quería tener que pararme a esperarla y no estaba segura de si regresaría a buscarla en el caso de que estuviera en apuros. Tenía que admitir que era una cobarde, pero no en vano había logrado sobrevivir sola.

Dillita

- ¡¡A börtön kő!! - grite, tras oir el hechizo de Leah - ahora, corred - dije mientras saltaba del hombro de Leah - seguidme - eche a correr.

FdR: si tal seguid a Di, o quedaos, a mi me da igual, pero seria mejor que la sigais XD